Game change es la historia de una
metedura de pata descomunal, a saber: Obama es un crack de la comunicación que
encandiló a todo el mundo (hasta el punto de que le dieron un Nobel de la Paz y
aún estamos esperando que se gane) así que la campaña de McCain necesita dar un
golpe de timón y, para ello, se les ocurre que la mejor manera de hacerlo –y al
principio estuvieron a punto de lograrlo- es postular para la vicepresidencia a
una mujer que encandila un rato pero que es, como se ve en la película, una analfabeta
funcional: Sarah Palin… Si escoges a alguien con un bonito envoltorio pero no
tienes tiempo de comprobar lo que hay en el interior pasa lo que pasa.
En
la película nos encontramos a un sensato McCain interpretado por Ed Harris
(magistral, como siempre), a un asesor de campaña interpretado por Woody Harrelson
(ídem), y a una inconcebible –pero absolutamente real- Sarah Palin encarnada
por Julianne More que lo hace tan bien y está tan bien caracterizada que en los
anuncios surge la duda de si realmente es ella.
Vemos
la evolución de Palin en la campaña, descubrimos que es mucho más analfabeta de
lo que parece –y mira que era difícil- observamos con horror que se va
creciendo –y descontrolando- a medida que aumenta nuestro saber de ella y, lo
peor de lo malo de lo horrible, que ha venido para quedarse. Hay escenas
hilarantes (sus desconocimientos de política exterior llevan a los asesores a
ponerla delante de un mapa y señalarle Alemania) que dejan de serlo cuando
acaba la cinta y recordamos que todo lo que hemos visto es real. Hay toneladas
de cosas que ya hemos visto –noticias reales e incluso la archiconocida parodia
de SNL- mezcladas con lo que no vimos, las reacciones de Palin y los suyos –a
su pesar- ante sus meteduras de pata y ante sus éxitos.
Puede
que no te interese un carajo la política, aunque todo sea política, pero la película te va a gustar porque la
historia está, sencillamente, muy bien contada. Además, recuerda, esta
encantadora de serpientes metió la pata lo suficiente en público para matar sus
posibilidades (espero que también las futuras) y, como vemos en Game change, también lo hizo detrás de las cámaras (la película está
basada en un libro cuya veracidad nadie ha negado) así que por el bien de la humanidad, échale un vistazo, sobre todo si votas
allí, no sea que Palin perfeccione su dotes de actriz, se aprenda todas las
respuestas de memoria, y algún día tengamos que sufrirla de verdad.
Créeme,
respirarás aliviado después de verla y, sólo tendrás una duda ¿cómo demonios
alguien así llegó a ser gobernadora de Alaska? Es que ni para la comunidad de
vecinos oiga…
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