La larga marcha

Hoy es uno de diciembre, día mundial de la lucha contra el SIDA y día en el que el Club de lectores 2.0 se pone a caminar para recorrer, en esta ocasión La larga Marcha del autor valenciano Rafael Chirbes (no me explico por qué me había autoconvencido de que este señor era de Jaén)

La novela tiene unos comienzos complicados y unos finales que no son todo lo sencillos que debieron... porque nada es sencillo, ni entonces ni ahora, en este país.

La larga marcha narra la historia de varias familias durante la posguerra y durante lo que ha venido a llamarse tardofranquismo. Desde distintos orígenes sociales, distintos bandos, distintas vivencias pero una misma angustia de posguerra el universo de personajes se va moviendo en algo que no se puede llamar vida, sino simple supervivencia... pero de todo se sale, estos personajes que han sobrevivido no sólo al horror de la guerra, sino al hambre, la incertidumbre y la muerte de la esperanza que para muchos fue la posguerra, siguen adelante y tienen hijos que, al borde los años setenta empiezan a rescatar un poco el movimiento político que en este país había sido cortado de forma abrupta... y aquí quiero hacer un inciso, si hay algo que me ha gustado de verdad del libro es que en este momento de recuperación de la actividad política, Chirbes hace una referencia como de pasada a los eventos del 68, pero ojo, no sólo del mayo francés:
Y en el fondo también esa desesperanza para ellos [...] pasó a formar parte de la revolución que había empezado a crecer como una ola que se lo llevaría todo, y que, como un nuevo diluvio universal, arrasaría la tierra entera [...] Había otra gente com ellos al acecho en otros rincones de la tierra [...] las aceras del Boulevard SaintGermain, las piedras volcánicas de la Plaza de Tlatelolco, los puentes de Praga, y, desde el jardín de la Facultad de Filosofía, se escuchaba el rumor creciente de la marea que cubría al anochecer los arrozales del Mekong [...]
No me esperaba que un autor que decide escribir sobre la posguerra y el franquismo se atreviera a meter la revueltas universitarias en el mismo movimiento que, por aquel entonces, estaba agitando el mundo y cuestionándoselo todo. Con el final de la Segunda Guerra Mundial el mundo, la gente™, se alejó, de pura hambre, miedo y desesperación, de todo lo que sonara a política y no fue hasta los sesenta que una generación que no había vivido aquello empezó a agitarse y a rebelarse contra el orden establecido... exactamente igual que aquí... sólo que aquí había motivos mayores para la rebeldía.

Chirbes acomete un esfuerzo ingente para mostrarnos todo el espectro, desde el falangista venido a menos que recibió más promesas que realidades, hasta el médico que luchó con la república y no puede ejercer con toda la legalidad que quisiera (con lo que eso conlleva), pasando por una mujer de la burguesía que, al perderlo todo en manos de un hermano bandarra, sabe acercarse al sol que más calienta y acaba disfrutando de su bronceado, veremos hombres de pueblo que sufren pantanos, chabolas, en definitiva toneladas de miseria no sólo económica sino miseria moral por la total falta de esperanza...
Cuando el lector se ha quedado sin respiración ante tanta podredumbre el libro da un giro espectacular y vemos a esos hijos que hemos visto nacer en la primera parte tomar la voz protagonista, creceremos con ellos, que no se cuestionan nada más que sus propias vivencias, que no han perdido nada y sólo tiene cosas por ganar e iremos de su mano a los años sesenta y setenta, momento en el que todo se fue agitando, y veremos que la hija del médico se relaciona con quien se fue del pantano y es íntima amiga de la hija de la mujer que sobrevivió -y además fue feliz- poniéndose por montera al nuevo hombre de la posguerra que había sido secretario de su hermano antes de la guerra... y de su mano veremos que en esa crónica sentimental se va mezclando la política y los hijos de uno y otro bando coinciden en ella en un país en un momento en el que nadie estaba en condiciones de impedir la llegada de la democracia.

La larga marcha es justo lo que reza el título, todos los hechos nos conducen a un final al que llegamos exhaustos, pero felices, porque sabemos -y aunque no tuvieran la certeza entonces, también lo sabían- que se acerca por fin el final de la miseria.

En cuanto al estilo poco hay que decir, es Chirbes, y eso significa que es seco y a veces incluso cortante peeero en consonancia con lo que narra, así que, tras la larga noche, al final veremos que sale el sol y hay algunas concesiones a la belleza narrativa. Mis compañeros del Club de lectores dirán en sus reseñas que no tiene puntos y aparte y es cierto pero sólo en parte, me explico: la novela está escrita a base de pequeños capítulos que desarrollan en cada uno una escena de cada personaje... ahí no habrá ni un sólo punto y aparte en toda la novela peeero, como decía, se trata de pequeños capítulos, en definitiva es como si Chirbes le exigiera al lector que tomara aire antes de sumergirse en cada capítulo y no respirara hasta el final... el estilo en consonancia con lo que cuenta porque, incluso si hubiera puntos y aparte, lo que cuenta ahoga.

Podéis leer las reseñas de mis compañeros en los lugares habituales, aunque me consta que este mes hay una baja (sólo por este mes) ¡y no os olvidéis del podcast que saldrá en breve sobre este libro! ¡ni tampoco os olvidéis de los podcast anteriores! Lo dicho, las reseñas de los demás miembros del Club: Newland (ya que van, lean su post sobre la violencia en el fútbol, háganme el favor), Carmen y Desgraciaíto.

Por cierto, sale hoy también un nuevo post en el Proyecto Agatha Christie ¡No se lo pierdan!

5 comentarios:

  1. Pues mira, con éste me habéis convencido. Aunque yo ya le hacía ojitos a Chirbes, después de leeros a las chicas del club, creo que me va a gustar más aún de lo que esperaba.

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  2. Yo como no he llegado al final y me he 'exahustado' mucho antes, pues no he llegado feliz. Más bien cabreado como una mona, pero me alegra ver que a casi todos vosotros os ha parecido digno de elogio.

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  3. Que no se me olvide comentar la parte de pose que tienen algunos de los hijos en su movimiento revolucionario. En el podcast, digo.

    Es cierto del todo lo del punto y aparte. Ni uno. XDDD

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  4. A mí no me ha sorprendido mucho el punto de vista. No me esperaba otra cosa, la verdad. Pero hay mucho de qué hablar. Nos veremos en el podcast.

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  5. Es curioso que, a pesar de leer tu reseña y asentir todo el rato, no comparto el entusiasmo que tú muestras por el libro, tal vez es un entusiasmo comedido pero es entusiasmo al fin y al cabo.

    Y creo que es porque, en mi humilde opinión, las historias no están bien hiladas, sobre todo al principio, de manera que cuando vas a retomar una tienes que ponerte a pensar qué pintaba este personaje en la historia. Pero bueno, ya lo discutimos mañana en persona.

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