Cuando coges a un director como Polanski y le das la
posibilidad de trabajar con actores de la talla de Kate Winslet, Christoph
Waltz, Jodie Foster y John C. Reilly lo peor que puede salir es una película
interesante... vértigo da en pensar en lo mejor ¿la paz en el mundo? ¿el final de la crisis del Euro?
Un dios salvaje está basado en una obra de teatro (God of carnage) de Yasmina Reza, autora de la archiconocida Arte, obra que vi hace mil años con Ricardo Darín... y, aunque reconozco que tiene su gracia, contra la opinión general, no me pareció para tirar cohetes (quizá la versión de Flotats fuera mejor, no sé) Pero, con Un dios salvaje nada que objetar, me parece una película (obra de teatro) redonda, de ritmo extraordinario y diálogos brillantes.
Al igual que en Arte, la premisa de la que Reza parte es muy sencilla: el hijo de nueve años de Kate Winslet y Christoph Waltz le ha partido la cara al hijo de Jodie Foster y John C. Really y, por ello, los padres del agredido convocan a los padres del agresor a una reunión en su casa para dirimir sus diferencias y evitar así un proceso legal (la criatura ha perdido dos dientes, es algo más que una pelea infantil)
Las dos parejas son muy civilizadas, unos entienden que el agresor ha actuado mal y los otros conceden que es una cosa de críos pero, al igual que en El ángel exterminador, la pareja Winslet-Waltz no consigue marcharse a casa, aunque lo intenta en varias ocasiones -se despide, sale por la puerta, llama al ascensor-, siempre hay algún comentario que los retiene y, a medida que pasa el tiempo, la situación se va descontrolando y, fuera los tabúes y la civilización, acaba siendo hilarante.
La clave de la comedia la tiene el personaje de Jodie Foster, la más civilizada de todos, un personaje maniático y puntilloso en extremo que quiere gritarle al mundo que es una madre excelente y con un sentido de la justicia superior al resto. Frente a ella se encuentra Kate Winslet que se reconoce imperfecta -y por tanto resulta más simpática- y, a medida que avanza, va sacando las uñas. Por el lado masculino tenemos a John C. Really que pasa de parecer un calzonazos de lo amabilísimo -y cargante- que resulta a sacar una vena mucho más cruda al que se contrapone Waltz -su espejo sin máscaras- que, aunque pasa la mitad de la película pegado a una blackberry, está simplemente espectacular.
En definitiva se trata de una película en la que se confirma la sensación inicial de que los personajes no son como parecen y nos vamos sintiendo más cómodos a medida que ellos se sueltan, en la que las palabras de los distintos personajes se transforman cada vez con mayor frecuencia en carcajadas para el espectador y termina como ha de terminar una película, con la sensación de que no importaría volver a verla inmediatamente.
La clave de la comedia la tiene el personaje de Jodie Foster, la más civilizada de todos, un personaje maniático y puntilloso en extremo que quiere gritarle al mundo que es una madre excelente y con un sentido de la justicia superior al resto. Frente a ella se encuentra Kate Winslet que se reconoce imperfecta -y por tanto resulta más simpática- y, a medida que avanza, va sacando las uñas. Por el lado masculino tenemos a John C. Really que pasa de parecer un calzonazos de lo amabilísimo -y cargante- que resulta a sacar una vena mucho más cruda al que se contrapone Waltz -su espejo sin máscaras- que, aunque pasa la mitad de la película pegado a una blackberry, está simplemente espectacular.
En definitiva se trata de una película en la que se confirma la sensación inicial de que los personajes no son como parecen y nos vamos sintiendo más cómodos a medida que ellos se sueltan, en la que las palabras de los distintos personajes se transforman cada vez con mayor frecuencia en carcajadas para el espectador y termina como ha de terminar una película, con la sensación de que no importaría volver a verla inmediatamente.
Vi la obra de teatro antes, y la verdad es que tuve muchas dudas sobre si molestarme o no en ver la película.
ResponderEliminarMe gustó sobre todo porque añade el detalle final bastante cabrón de ver a los niños jugando amigablemente.
Y por favor, quita la palabra de verificación, que es un erial.
Si las cosas de niños quedaran en cosas de niños, mejor nos iría a todos. Estas dos parejas son bastante asesinables, todos. Unos por exceso y otros por defecto.
A mí me entretuvo, aunque creo que me hubiera gustado más si no hubiera visto la obra de teatro antes. Había poco lugar para la sorpresa :S
ResponderEliminarCuriosamente, lo que menos me gustó de la peli fue Jodie Foster. Está muy bien casi toda la película, pero cuando le entra el "momento combustión", la veo más sobreactuada que Jeremy Irons en "Dungeons & Dragons" (bueno, igual no tanto, porque aquello no tuvo comparación, pero ya me entendéis). En esos momentos el espectador debería pensar "No me extraña que se ponga así", y lo único que consigue es que pienses "¿Pero a esta tía qué $%#@ le pasa?".
Por cierto, creo que es la primera vez que comento por aquí, no estoy seguro. ¡Qué nervios!
Yo la tengo pendiente. Quise ver la obra de teatro y no pudo ser. La película tampoco... a ver si algún día la veo en la tele...
ResponderEliminarPor cierto, con las palabritas esas de control estoy metiendo los números en azulejos de toda una calle!! :-)
Ya he quitado la dichosa palabra PERO que conste que venía por defecto, no tenía idea de que ese horror tuviera lugar (ya que estaba la he sacado del otro blog jijiji)
ResponderEliminarLas parejas son asesinables como parejas, yo salvaría a Winslet (aunque la salvaría siempre así que no sé si soy objetiva)
Me encantaría ver la obra de teatro pero, como decía en la entrada, me pusieron por las nubes Arte y está bien pero psé, así que supongo que estará en la elección de los actores y MIEDO me da pensar en qué espeluznantes actores elegirían (he visto a María Barranco destrozar a Woody Allen y a Verónica Forqué destrozar a ¡Lorca! así que no sé si podría soportar una decepción con esta)
Jodie Foster es el personaje más antipático, sin duda, pero si no fuera por las patadas que les va dando a todos en su búsqueda estúpida de la perfección y la justicia la película duraría 15 minutos XD
Ellas eran Maribel Verdú y Aitana Sánchez-Gijón y ellos Antonio Molero y Pere Ponce, mucho mejor ellas que ellos, claro.
ResponderEliminarEs que poner a esas actrices con esos actores es como si me pusieras a mí a hacer Un tranvía llamado deseo con Marlon Brando
ResponderEliminarÉsta fue la primera película de la que hablé en mi blog. Absolutamente genial, me encantó, y cierto es que volvería a verla más veces (de hecho, lo haré).
ResponderEliminarTe dejo la entrada por si quieres leerla: http://enclavedesil.blogspot.com.es/2012/01/un-dios-salvaje.html
Un saludo ;)