¡Alerta! Madres educando

El viernes por fin encontré, después de más de un año buscándolo, el polémico Madre tigre, hijos leones, de la escritora chino americana Amy Chua, y digo encontré porque llevaba un año con ganas de hincarle el diente a un libro TAN polémico como este, sin caer en la cuenta de que podían traducir su título, Battle Hymn of the Tiger Mother (algo así como El himno de batalla -¿llamada a la guerra?- de la Madre Tigre), como les viniera bien, esto es, como les diera la real gana sin dar cuentas a nadie (¿de dónde demonios salen los hijos leones del título? al menos en la variopinta traducción de Rosemary's baby hay una "semillita" -de esas que papá le regala a mamá- y es del mismísimo demoño).


Por otra parte, hoy salía a la venta el libro de la celebérrima bloguera Molinos Una madre sin superpoderes y, siendo poseedora de un kindle podía disponer de él en cuanto me levantara, así que dicho y hecho, en cuanto me he despertado he comprado el libro en su formato electrónico (me cuentan que a Amazon se le han agotado en papel ¡en sólo un día!) y he disfrutado del día leyéndolo.

Esta es mi primera reseña doble, al menos en este blog, pero se debe a que en un periodo de dos días (acabé con Chua anteayer, con Molinos ayer) he leído dos libros en los que dos madres de dos niñas hablan de cómo han educado a sus dos hijas; y no acaban ahí los paralelismos, aún hay más -que dirían en los dibujos- las dos hijas mayores, Sophia y María, son más responsables y obedientes frente a la rebeldía de las pequeñas, Lulu y Clara; pero mucho más importantes que las similitudes (casualidades de la vida, más que nada) entre Amy Chua y Molinos son las diferencias: si Amy Chua está intentando crear un círculo virtuoso con sus hijas (tan exigente que, de haberlo sabido, hubiera sido desmontado por los servicios sociales) en el que no se consiente nada por debajo del sobresaliente y se pasan horas todos los días -incluidos fines de semana y vacaciones- practicando piano, en el caso de Sophia, o violín, en el caso de Lulu, nos encontramos con el sentido común hecho madre en lo que nos cuenta Molinos; por un lado tenemos a una madre china que enfrenta el modelo (exitoso, qué duda cabe) de educación tradicional chino con el occidental y después, oh afortunadas casualidades de la vida, me doy de bruces con el modelo occidental y resulta que el susodicho modelo que muestra Molinos me gusta, no, me encanta.

Para Amy Chua "el éxito académico es un reflejo del éxito de los padres en la educación de sus hijos" y por eso les presionan para ello, sin embargo, en occidente, aunque pensamos igual, también queremos que puedan elegir -aun a costa del fracaso escolar-, porque preferimos sentirnos culpables del fracaso (ellos jamás lo serán del todo a nuestros ojos) que presionar "de más", ya que no hay mayor pecado que hacer a nuestros hijos infelices.

Molinos quiere que sus hijas sean felices, pero (y aquí es donde toda la argumentación de Chua se va al garete) sin que eso le cueste la felicidad a ella (los drogadictos -según Chua a la droga se llega tocando la batería, sí, como suena- no hacen felices a sus padres); busca -y encuentra- tiempo para hacer cosas sin sus hijas mientras que Chua las obliga a ensayar durante horas y, en el caso de Lulu -la pequeña-, además lo hace a gritos… y consigue así que su hija deteste el violín además de haber convertido su infancia en un infierno. Frente a ello tenemos a una madre occidental que nos cuenta que sus hijas van a museos y les encanta porque se lo vende, no porque las obliga... Comparen con una cita de la madre tigre, comparen:
"estaba decidida a criar a una hija china obediente […] aunque muriese en el intento"
¿No parece lo suficientemente categórico? pues hay que pensar que, en lo que nos está relatando Chua, la que ha de "morir en el intento" no es la madre, no, es una niña de tres años que está a -14º en la calle y sin abrigo porque ha cometido la osadía de aporrear el piano.
"los padres chinos poseen dos cosas de las que carecen los occidentales, a saber: (1) mayores aspiraciones para sus hijos, y (2) mayor estima por sus hijos en cuanto a que saben hasta dónde pueden llegar"
¿¿Quiero más mis hijos porque les exijo demasiado??

Molinos, por contra, nos cuenta que a los hijos se les quiere de manera distinta (y bajo todo lo que narra subyace que ser humana no te hace mala madre) que hay que enseñarles a hacer cosas tan básicas como comer de todo, disfrutar del arte, del campo y sí, también enseñarles quién manda sin que eso suponga un peligro físico ni un trauma intratable para ellos; para Molinos no es cuestión de fuerza, sino de inteligencia, de ahí que tenga "frases comodín" y que sepa que, si las malcría, como se malcrió a sus primos (a.k.a los pesadillas), hará de sus hijas unas ineptas.

Y otra diferencia, probablemente la fundamental: Chua no es coherente con el modelo de educación que defiende, confiesa abiertamente haber sobornado a su hija Lulu en alguna ocasión; Molinos, además de sentido común, es coherente con lo que defiende, se permite perder los nervios, se permite una pequeña desobediencia… lo que no se permite es enloquecer con los niños (explotar, sí, enloquecer, no), en ningún sentido.

Chua describe el declive a la tercera generación de inmigrantes asiáticos hacia occidnete (la 1ª se desloma, la 2ª trabaja duro y llega lejos, la 3ª -ya occidental- se ha adaptado a creer que tienen derecho a todo)
"concluí que no iba a permitir que le ocurriera nada, que no criaría a una niña mimada que se creyese con derecho a todo: que no dejaría que mi familia se arruinara"
La OMS considera que la sobreprotección es un tipo de maltrato, pero no me queda claro si esta mujer está más preocupada por el nombre de su familia que por el bienestar de sus hijas (mayor peso de la comunidad que del individuo... algo muy asiático y muy poco occidental), por contra, nos queda claro que a Molinos lo que le importa es el bienestar y la felicidad de sus hijas, sin descuidar la propia; en definitiva Molinos es el justo medio entre el exceso de Amy Chua (exceso patológico no tanto en la base de lo que piensa -en muchos casos es posible hasta compartirlo ¿quién no ve el declive?- como en los hechos -y por tanto es más grave- que describe) y la sobreprotección (al menos en lo académico) que reciben los pesadillas.

Chua es interesante, muy interesante, para reflexionar sobre la sociedad que tenemos en la medida en la que casi casi hemos abandonado todo el esfuerzo, no tanto si hablamos de maternidad; Molinos es el sentido común hecho madre, se puede ser madre y seguir siendo mujer, se puede ser madre y seguir siendo trabajadora... No sólo se puede, casi debiéramos decir que se debe.

En pocas palabras, ¿Recuerdan la fábula de la cigarra y la hormiga? ¿la hormiga es admirable? ¿seguro? ¿conoce a alguien que tenga como máxima aspiración de vida convertirse en ese detestable ser? pues Amy Chua es lo que pretende hacer con sus hijas, pero infinitamente más duro, según ella todo con vistas a un futuro que no llega nunca; cierto es que hay quien hace de sus hijos cigarras, vagos y sobreprotegidos que sólo piensan en su propia diversión, pero Molinos no sólo se opone al modelo Chua, también es lo opuesto a eso, la vida hay que vivirla y disfrutarla, aunque no todo es divertido, aunque a veces la gente se aburre, aunque a veces hay que decir no, pero nunca, nunca hay que excederse.

Si Amy Chua es un best-seller (que lo es, y de los gordos) espero y deseo que Molinos también lo sea con el tiempo; necesitábamos oír a alguien que hablara de esfuerzo, para variar, pero también debemos escuchar de cuando en cuando el sentido común en un libro ameno, divertido y maravillosamente escrito en un mar de integristas de la maternidad.

22 comentarios:

  1. Estoy muy de acuerdo con esta visión, con esta comparación de maneras de ver y 'ejercer' la maternidad. En algún momento, hace un par de años, le encontré un punto a Amy Chua: estoy a favor de eso que ahora se llama cultura del esfuerzo, cierta disciplina, el respeto.... Le encontré también el punto en contraposición a otra corriente maternal que me rodeaba en aquellos momentos y que me da la sensación de que pierde fuelle: aquello de la crianza natural. Al margen de sus principio fundacionales que no vienen a cuento, y capitaneadas/os por ese mar de integristas que mencionas, te someten una presión pegajosa y acusadora. Bueno... evidentemente si tú quieres y te dejas. Yo es que la sufrí en el centro de salud y con amigas y vecinas. Integristas, uterocentristas, lactivistas que piensan que su condición natural las convierte en diosas infalibles de la maternidad. En la madre tierra, en las mejores madres del mundo que además incrementan puestos en el ránking si presumen de no trabajar y/o no tener vida sin sus hijos.

    Yo estoy más con lo que dice Molinos o algo parecido: me esfuerzo por convertirme en la mejor versión de mi misma como madre para mis hijas. Y no es fácil pero es chulo!

    Felicidades por la reseña!!

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    1. Gracias! Estamos de acuerdo en todo... Yo no soy madre, pero sí me interesa todo lo que tiene que ver con lo que hacemos con los niños (aunque sólo sea por "deformación profesional", soy profesora de secundaria) De Chua me gusta lo que dices del esfuerzo, pero como sociedad, no para dedicarte a hacerle perrerías a tus hijos como hace ella; mejor el ejemplo de Moli, dónde va a parar :) Chua recuerda MUCHO al caso Schreber XD

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    2. Sí!! De los nervios!!
      Que sepas que los profesores son una debilidad para mi. No sé si es porque los tuve excelentes, porque mis hijas van al mismo colegio donde estudié yo y aún veo a algunos (mi profesora de latín de 3º de BUP, yo tenia 16 y ella 23. 7 años que entonces eran un siglo y que a mis 40 años no son nada)... pero a cuento de todo esto, a veces hablo con alguno y me dice: 'es que los chicos de ahora no son como vosotros, porque sus padres no son como los vuestros'. Y me planteo que en mi caso los míos, salvando las distancias, eran más como Moli que como Chua y en cualquier caso nada que ver con las madres tierra!

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  2. Tengo el de Moli en la recámara.

    Anna, yo creo que por desgracia el movimiento de la crianza natural yo creo que sigue en auge totalmente. No digo que no tenga algún aspecto bueno pero hay cada integrista... A ver si encuentro esta tarde una cita de 'Lugares que no quiero compartir con nadie' donde habla de las madres de Prospect Park en NY que refleja fenomenal la sensación que me dan.

    Muy buena la reseña doble y comparada, Livia.

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  3. ¡Si lo puso ND en nuestro blog!

    "...como en la zona de Prospect Park, en Brooklyn, en donde las madres constituyen un lobby amenazante, inspiradas por un espíritu castrense de entrega a la crianza y convencidas de que la maternidad ha sido inventada por ellas, o mejor dicho, la verdadera maternidad, la de la leche a demanda, la teta sin límite de edad, las hamburguesas veganas, los alimentos orgánicos y una entrega insensata a sus bebés a los que más que inculrcarles con cariño un sentido de la independencia, se les instruye en la dependencia y el rechazo a los extraños. Un trabajo en balde, porque la inercia sociel aquí es tan poderosa, que sea como sea, el bebé habrá de convertirse en ese joven estudiante que se ha de marchar de casa a los dieciséis o diecisiete años para no volver jamás."

    Lo que más miedo me da es lo de la dependencia y el rechazo a los extraños, me resulta tan reconocible de algún caso cercano.

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    1. Ufff, Prospect Park parece la sala de espera de mi centro de salud y de esas madres he conocido alguna. El retrato es perfecto!!!
      Tienes razón, quizás sí que esté aún en auge, pero por suerte y como todo pasa con la edad, conforme nos vamos alejando de la edad temprana (lbabys y todlers que dicen los americanos), me distancio del lobby y de su entorno 2.0. Pero a las 1.0 aún las tengo cerca.

      A la descripción añado: inquisidoras sobre la vida de las otras madres y de sus motivos para trabajar/no trabajar, amamantar/no amamantar, llevar a la criatura en carro o no....la guardería, gutman, carlos gonzález... ufff, estoy en regresión... quita, quita.

      Vamos, que te venían ganas de sentarte en la sala de espera (mejor en Brooklyn) con un libro de Elisabeth Badinter y la niña en el carro. Así, para evitar preguntas.

      Un saludo!

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    2. Me ha encantado lo de Badinter. Gutman me parece una elementa. ¡Qué capacidad de echar la culpa de todo a la madre! ¿Y qué pinta el padre en toda su filosofía? como mucho es un mero adorno. Me pongo mala yo también.

      Livia te estamos monopolizando el blós. Perdón.

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    3. Cierto!! Perdón también! Que me salen unos posts en los comentarios que no veas.

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    4. Por mí podéis seguir todo lo que queráis, me parece TAN interesante lo que decís que no me sentía legitimada para intervenir... de hecho he estado calladita a ver si seguíais XD

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    5. Ahhh! :-)
      Lo que pasa es que he hablado/discutido/comentado/escrito tanto sobre el tema que a veces me canso de leerme y oirme. Quizás sí, como dice Anniehall, la CN tiene cosas buenas, pero como en otras historias sólo se oye lo más estridente. Ya lo de ejercer la CN me da grima. El encasillamiento, etiquetado y diferenciación. Mi 'mala suerte' fue caer en un centro de salud tomado por matronas y hordas lactivistas y uteristas y su mala suerte es que caí allí después de un embarazo, parto inducido, lactancia artificial y todo el pack de lo más estupendo. Y alucinaba con la defensa a ultranza de nuestra condición de mamíferas con la que no me sintía mínimamente identificada. Tampoco me identifico al 100% con la Badinter, pero sí que pienso que todo lo natural no es óptimo y que no voy a ser una madre mejor o peor por haber parido de una manera u otra o por cómo he alimentado a mis hijas en sus primeros meses de vida. Ni siquiera por transmitirles conceptos como la disciplina, las rutinas, castigos etc.
      ¿Y el padre? Pues un adorno para las clases de preparación al parto y para cortar el cordón, que queda muy bien.
      Vestido de modernidad, me parece de lo más antiguo todo esto.

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    6. Me sorprende el rencor con el que habláis de la crianza natural así, en general, como si todos fueran fanáticos. Estoy de acuerdo en que lo natural no es mejor por ser natural, de hecho no me gusta el término crianza natural. Pero sí que algunas prácticas "naturales" tienen demostrados beneficios para la salud y es normal que en un centro de salud se promocione la lactancia, igual que se promociona la abstención tabáquica. En cuanto a considerar que por criar con empatía y respeto a los niños durante su etapa más dependiente (hasta los 3 años) los estás instruyendo en la dependencia y el rechazo a los extraños, me parece radical, además de equivocado. Al menos es lo que cuentan los psicólogos, que si un bebé en sus primeros años ha visto satisfechas sus necesidades afectivas y ha tenido un vínculo de apego seguro es más probable que sea un adulto independiente y emocionalmente estable.
      Un saludo.

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    7. ¿Pero la empatía y el respeto son patrimonio de la CN? ¿Quien no se reconoce como militante de la CN no satisface las necesidades afectivas de su hijo? Las prácticas naturales, como la lactancia, son beneficiosas para la salud. Correcto. Pero sólo eso. Y sí, no es poco. Pero no tienen beneficios paranormales y milagrosos en el desarrrollo coginitvo, afectivo etc del niño, el mito del vínculo también me parece falso completamente. En el fondo me parece una moda y una pose. Y es una conclusión a la que llego después de años de observación y contacto con personas que dicen 'es que yo practico la CN'.

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    8. Yo no he dicho que la empatía y respeto sean patrimonio de la CN. Y no me considero militante de nada. Es que hablas como si hubiera bandos y una guerra y yo no lo veo así. Al menos no quiero verlo así. Yo creo que casi todas las madres que quieren a sus hijos satisfacen sus necesidades afectivas, de un modo u otro. Pero en temas concretos de la crianza, como el cachete a tiempo, el dejarlos llorar para que aprendan a dormir, el no cogerlos mucho en brazos, el manejo de las rabietas... frente a la educación clásica de corte conductista, la crianza respetuosa propone alternativas que a mí me parecen más respetuosas hacia el niño. Alternativas que yo intento incorporar en cierta medida a la crianza de mis hijos, con más o menos éxito, claro.

      En cuanto a que la lactancia materna es sólo alimento no estoy de acuerdo. Eso que cuentas del desarrollo cognitivo y afectivo no es un rollo pseudocientífico de cuatro chalados. Y no lo digo yo, lo dice el comité de expertos de la asociación española de pediatría. Porque cada vez hay más estudios serios que lo apoyan. Y la psiquiatra Ibone Olza, que es experta en neurobiología del apego, también lo cuenta muy bien en su blog. Lo bueno es que estos beneficios "psicológicos" no son exclusivos de la lactancia materna, sino que se consiguen también con el biberón, con muchos brazos, mucho contacto y mucho piel con piel.

      Es como el piel con piel, por ejemplo. No es una moda caprichosa, es medicina basada en la evidencia. De hecho, las guías de práctica clínica la incorporan. Y en cuanto al apego seguro, ya sé que en psicología no se puede hablar de verdades absolutas, pero decir que la teoría del apego de Bowly es un mito me parece prepotente. Es como si a mí, que soy neumóloga, me viniera alguien que no sabe del tema a opinar que los factores psicológicos del asma le parecen "mitos" o modas. Me molesta que se critique con tanto desdén lo que no se conoce bien.

      Dicho todo esto, reconozco que también hay mucho folklore alrededor de este estilo de crianza. Del tipo homeopatía, antivacunas y demás "pseudociencia", que no me gusta nada. Ese es el problema, que se mezcla ciencia con folklore y al final los que no sabéis mucho del tema acabáis pensando que todo es folklore, y no es así.

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    9. Yo nací en los 70, cuando acababan de aterrizar las leches artificiales, entonces era "lo más sano"; así que mi madre, igual que muchísimas otras mujeres de su época y por consejo médico, no nos dio de mamar, porque así nos "nutríamos mejor" "la ciencia nos nutría mejor"... Digo todo esto porque hay que tener cuidado con las verdades absolutas; la autoproclamada CN tiene muchísimas virtudes (en cuanto a la crianza) y un defecto enorme: el hecho de que la inmensa mayoría de sus practicantes consideran que las que deciden no practicarla son malas madres y mira, por ahí yo, que no soy madre pero sí he visto los resultados de ciertos integrismos en la adolescencia, no paso.

      Por ejemplo, para que no todo quede dentro del tema de CN: los pendientes... Ahora hay una corriente que dice que poner pendientes es mutilar a las niñas y te encuentras con parejas que discuten acerca del tema durante todo el embarazo... ¿en serio? ¿de verdad es TAN importante? pues ese ejemplo, chorra como él solo, vale para todo lo demás; que tú no practiques "CN" no significa ni que lo quieras menos ni que lo eduques peor (quizá no puedes darle pecho por salud, por trabajo o porque te hace daño -tengo una amiga que, como le dolía mucho, se pasaba toda la comida de su hija mayor llamándole de todo menos guapa- o porque no te da la gana) Además ¿qué hacemos entonces con los niños adoptados? ¿son peores sus padres? ¿los hombres quieren menos a los hijos? ¿se puede decir en serio que con lo que cuesta adoptar (no habla de dinero, sino de esfuerzo afectivo, años de espera, etc, etc) sus padres los quieren menos? ¿los respetan menos?

      A mí me parece una barbaridad dejar llorar a un niño, pero eso lo dice un señor que es el responsable de la Unidad de Alteraciones del Sueño del Instituto Dexeus de Barcelona y habrá hecho un millón de estudios, pero a mí no deja de parecerme una barbaridad.

      En definitiva ponle las etiquetas que quieras, "natural", "respetuosa", pero ten en cuenta un detalle, y es que las etiquetas las pone la "escuela" de turno, decir que mi crianza es "respetuosa" implica que si no haces lo mismo que yo, la tuya no lo es... y eso es trampa. Hablas de rencor pero no sé cómo habría de responderte una madre a la que sugieres que no es muy buena madre, que no es respetuosa, que no es afectiva... porque no hace lo mismo que tú

      Por último, sobre "medicina basada en la evidencia", me viene al pelo que seas neumóloga, para que veas el absurdo que se plantea a veces; yo tuve un ataque de asma brutal hace unos años, según la psicología (tenía una amiga estudiando en aquella época y nos trajo los textos) eso se debía a que mi madre, metafóricamente, me oprimía los pulmones (anda que no nos reímos mi madre y yo a cuenta de eso) daba igual que sea alérgica al polen, al polvo y a los animales con pelo, daba igual que fumara, daba igual que hubiera pasado la tos ferina, neumonías varias, todos los catarros el mundo siendo pequeña... según la psicología (mi amiga tuvo una interesante charla con uno de sus profesores) mi ataque se debía a que mi madre se sentaba metafóricamente en mis pulmones (ese señor no me conocía de nada) así que insisto, hay verdades absolutas y verdades absolutas y sí, la CN es una moda y como tal pasará, el 90% hará lo que se ha hecho siempre y un 10% se enganchará a la siguiente moda; las fanáticas de la CN (no digo que tú lo seas, estoy pensando en el pack completo de lactancia hasta los 3 años, colecho, parto natural, etc, etc) del futuro se engancharán a lo siguiente y lo harán de buena fe, yo sólo espero que en algún momento dejen la bandera de "yo quiero más a mis hijos que tú"

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    10. Es que yo no considero malas madres a las demás. Pero tienes razón, el término respetuosa o con apego parece implicar que quienes no la siguen no crían con respeto. Eso no me gusta, sólo sirve para dividir aún más a las madres, un rollo.

      Es cierto que la ciencia va avanzando, se va descubriendo que prácticas que antes se recomendaban (como poner a los niños a dormir boca abajo) no son tan beneficiosas. Pero insisto, no es moda. Se van haciendo estudios y se van desmontando teorías o demostrando otras. Antes se daban 3 antibióticos para la tuberculosis, ahora se dan 4. ¿Es moda? No, antes se tomaba la mejor decisión con la evidencia disponible y ahora, lo mismo. Si en un futuro salen muchos estudios que dicen que el porteo favorece la displasia de cadera, por ejemplo y las sociedades científicas, revisando la literatura (que yo no tengo tiempo ni ganas) lo desaconsejaran, yo dejaría de practicarlo. Porque es que ese pack que describes sí que me incluye, yo colecho con mi niña, intenté tener un parto lo menos medicalizado posible y le voy a dar el pecho hasta que deje de ser agradable o cómodo para alguna de las dos. Ah, y me he cogido una pequeña excedencia para cuidarla personalmente y no le he puesto pendientes (pero me parece muy bien que otros les pongan pendientes a sus niñas, ¿eh?). He leído sobre el tema y a día de hoy la evidencia disponible afirma que son prácticas que no perjudican a la niña. A mí, personalmente, me parecen beneficiosas y por eso las escojo. ¿Ya por todo eso soy una integrista? ¿Se puede saber a quién ataco con mis opciones de crianza? ¡Pero si soy yo la que se pasa la vida dando explicaciones, justificándose y defendiéndose!

      La teoría esa de que tu madre te oprimía los pulmones, chica, la primera vez que lo oigo, así que no creo que estuviera muy respaldada. Por cierto, qué manía de echarle la culpa siempre a las madres con todo...

      Yo también espero que las madres esas que dices que van por la vida enarbolando la bandera de "yo quiero a mis hijos más que tú" la vayan dejando, porque así sólo vamos a seguir con bandos, ataques, prejuicios y debates que no llevan a ningún lado y que me cansan ya un poco. Un saludo.

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    11. DesastremaDre, sobran palabras. Estoy completamente de acuerdo en todo. Bueno, sólo tengo unas objeción: sí que hay dos bandos, bueno, uno al menos identificado. Y sólo hay que echar un vistazo a algunos blogs. Yo con lo que no puedo es con la identificación mujer-mamífero, con ese primitivismo que pone a la mujer en el centro físico y psicológico de la maternidad. Hay un blog que se llama 'Tenemos tetas' otro que se llama la madre vaca o no sé qué... y luego se ofenden con una portada del magazine del diario el mundo que ilustraba eso: una mujer pintada de vaca amamantando a su hijo.
      Y en el otro presunto bando, se puede meter a mujeres que flipamos con el hecho de tener, efectivamente tetas y es más, útero sea tan místico y tan importante y vaya a condicionar tanto la crianza/educación de mis hijas, pobres... No sé, aquello de nosotras parimos, nosotras decidimos para mi no era esto.
      Un saludo!!!
      PD No digo que el apego sea un mito, digo que es falso que el apego y el vínculo tengan tanto que ver con el tipo de parto o lactancia. Conozco una niña adoptada china que tiene un pedazo de apego con su madre. Apego que habrá anulado la falta de apego previo.

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    12. Qué bien que podamos entendernos, que ya me estaba temiendo que me estaba pasando de sabihonda y pesada con tanto rollo... Yo tampoco creo que sentirse mamífera o entender la feminidad y maternidad de ese modo vaya a condicionar la crianza de los hijos. La crianza es mucho mucho más que parir o amamantar, desde luego. Y, como he dicho antes, creo que la mayoría de madres que quieren a sus hijos satisfacen sus necesidades afectivas, sean adoptados o no.

      Jejeje, me temo que estamos destinadas a no estar de acuerdo, lo siento. Porque esos blogs que dices los he leído de vez en cuando y la verdad es que a mí sí me gustan. No estoy de acuerdo con todo lo que dicen ni con las formas a veces, pero sí que me parecen interesantes. Qué le vamos a hacer...

      Ha sido muy interesante debatir contigo. Un saludo.

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    13. Lo mismo digo! Seguro que seguiremos debatiendo! Otro saludo!

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  4. vengo rebotada del blog de Moli.

    No me he leido (aun) ninguno de los dos, aunque el de Moli será el regalo para un par de amigas a las que ultimamente les ha salido "barriguita"

    el de Amy lo conozco por referencias, una amiga me estuvo hablando de él...y me asustó lo suficiente como para no leerlo, pero si dices que alguna lección se puede sacar sin convertirte en una zorra despiadada (con perdón), probaré

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  5. Chua es muy interesante, pero no para educar a nuestros hijos (vaya por delante que yo no tengo, ni perspectiva) sino para reflexionar sobre cómo somos en occidente como sociedad en cuanto al esfuerzo... Lo que me llevó a intentar encontrarlo hace un año fue una entrevista de Bill Maher en la que ella decía que a nadie le puede gustar tocar el piano de entrada, que le encuentra el punto una vez que sabe, y que para saber necesita años de solfeo y me dije "pues es verdad, aquí buscamos la satisfacción inmediata y a veces, para llegar al placer, hay que esforzarse en cosas aburridas antes" pero ¡¡pensaba que era lo del piano era metafórico!!

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  6. Livia, lamento el rollo que he soltado en tu blog, pero es que no he podido evitar meterme en el debate de antes. Yo venía del blog de Molinos. Y me ha gustado mucho tu reseña de ambos libros. De hecho, estoy aún más animada a comprar el de Moli.

    En lo de la cultura del esfuerzo estoy de acuerdo contigo, es una pena que la estemos perdiendo, junto con muchos de los valores con los que yo me crié. A mí me gustaría que mis hijos aprendieran valores como la satisfacción del trabajo bien hecho, que aprender y estudiar puede ser gratificante, la constancia y la tolerancia, que el esfuerzo hacia un fin puede ser en sí mismo un valioso aprendizaje...

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  7. Me fascinó el libro, ya tengo a medias la reseña, tochazo de cuidado...

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