Vaya por delante que me había confundido de medio a medio con la última película de Soderbergh; daba por hecho que iba a ver algo similar a Traffic pero sobre las empresas farmacéuticas y, aunque soy más bien tirando a poco conspiranoica -de hecho abofetearía a todos los antivacunas-, sabía que, siendo Soderbergh, sería interesante, que sería coral y mostraría las bondades y maldades de las empresas... Craso error.
Efectos secundarios es una película de puro Soderbergh, pero no el que hizo Traffic o Contagio sino el Soderbregh que hizo Ocean's eleven, pero, con la ventaja de que aúna lo mejor de los dos mundos, es decir, es entretenida como Ocean's eleven y "sesuda" como Traffic y, por una vez, la dosificación de la información, con todas sus trampas (este director siempre las tiende), hace que el espectador pase más de la mitad de la película sorprendido.
Jude Law lo tiene todo: una mujer estupenda, un hijastro que lo adora, una consulta con dos colegas de renombre... por azares de la vida se convierte en el psiquiatra de una mujer terriblemente deprimida, interpretada por Rooney Mara; Emily (la depresiva) es una joven y frágil mujer que tiene que enfrentarse a la vuelta de su marido tras cuatro años de prisión (por abuso de información privilegiada, es decir, en su "profesión" -por desgracia- la cárcel no es un factor a tener en cuentas como sí lo es para el que se dedica a atracar bancos); lo que debería ser un momento dichoso no sólo no lo es, sino que le provoca una depresión terrible (que incluye varios intentos de suicidio) y a quien la medicación no termina de arreglarle la papeleta hasta que aparece un maravilloso producto nuevo, anunciado en televisión, que ni la atonta ni le provoca insomnio pero que tiene una pega, le provoca sonambulismo y, en una de sus expediciones sonámbulas, mata a su marido...
A partir de aquí tenemos un dilema ¿asesina o mala praxis? es decir, si el pobre pajarillo, enamorada hasta las trancas pero deprimida, ha matado a su marido estando dormida porque uno de los efectos secundarios de la medicación es el sonambulismo no es responsable ¿o sí? No hay intención ¿o sí? Sea como sea el psiquiatra decide ayudarla, considera que no debe ir a prisión, nadie le había dicho que ya había sufrido episodios de sonambulismo en el pasado pero, como médico, antes de recetar algo con esos efectos, debería haber preguntado ¿o no? ¿Cómo es posible que su anterior psiquiatra - Catherine Z Jones- no le hubiera dicho nada? ¿o debería haber preguntado él?
Y entonces todo se va a al mierda, y todo empieza a girar en uno u otro sentido... y hasta aquí puedo leer, porque además del dilema que se plantea, de difícil solución, tiene bastante más de lo que parece a primera vista. No diría que me ha parecido maravillosa pero no sólo es interesante por lo que plantea, es entretenida y, gracias al suspense, podría haber sido firmada -salvando las distancias- por el mismísimo Hitchcock... sí, como suena, no está a la altura ¿Qué película lo está? de Psicosis pero quizá sí sea un Marnie la ladrona más complicado.
Pues me la apunto para verla!
ResponderEliminarSabía que tenías una reserva. Es muy muy entretenida, que es mucho decir viendo lo rollo que ha estado la temporada de cine 2013.
ResponderEliminarAdemás tengo un quéséyo, yoquésé con Channing Tatum, que sin gustarme me gusta, que acabo viendo todas sus pelis.