La primera en la frente: El libro elegido este mes para el Club de Tortura Lectura es uno de los disparates más increíbles que he leído en mi vida... Perdonen la vehemencia, pero es que acabo de terminarlo y el final es... no sé cómo decirlo... ¿conocen el Capítulo 68 de Rayuela? ¿el que está lleno de palabras inventadas? Pues lo entiendo perfectamente, sin embargo, el final de Noche salvaje es algo que me hace pensar que el autor debía de ir puesto de LSD hasta las cejas... y el editor también porque vamos a ver ¿me puede explicar qué pintan las cabras en todo este sucio asunto?
En shock, estoy en shock con este final, qué quieren que les diga.... así va a ser la reseña.
La novela narra -más o menos, no crean que es sólo el final lo que no se entiende- las peripecias de un buscado sicario ¿de la mafia? que tiene que cumplir un último encargo para su jefe: matar a un arrepentido corredor de apuestas que va a declarar contra él. Nuestro sicario se mete en su casa como huésped y seduce a todas las mujeres con las que se cruza, hecho curioso en grado sumo dado que la descripción que ofrece de sí mismo es cualquier cosa menos la de un galán (mide metro y medio, lleva dientes postizos... un cuadro) y nos va mostrando diversas escenas del tiempo que pasa en la ciudad, de la conspiración para el asesinato (según se avanza en la novela pareciera al corredor de apuestas lo quiere matar todo el mundo, incluyéndome a mí como lectora) una sucesión de capítulos que pueden estar como pueden no estar porque, con ese final, no sé para qué se molesta en escribirlos, la verdad... Y por cierto ¿Noche salvaje? ¿Qué noche? ¿Dónde está lo salvaje? Es que ni una, Jim, ni una...
Quiero pensar, haciendo un verdadero esfuerzo (me van a perdonar, jamás había escrito una reseña de una novela tan espantosa recién terminada) que es un experimento literario del autor, eso haría que todo encajara: la narración no termina de cuajar ¡experimento!, el narrador no consigue explicarse -¿será el narrador el que va puesto de LSD?- ¡experimento!, los personajes no es que no estén definidos, es que si el lector consigue descubrir quién es quién es porque cada vez que entra uno, el narrador lo llama por su nombre, como en las acotaciones de teatro ¡experimento!; el tiempo se acelera y ralentiza sin que haya justificación alguna ¡experimento!; y como no le resulta lo suficientemente disparatado, aparecen unas cabras random en un momento random ¡experimento!
Y qué quieren que les diga, no me gusta nada la novela experimental.
Pueden leer el resto de reseñas en los lugares habituales (Carmen, Desgraciaíto y Newland) y seguir los debates (sobre lo WTF que es, deduzco) en el Club de Lectura 2.0.
Hay una buena noticia, es el primer libro del año, y es taaaaan raro que sólo podemos mejorar.
Me alegro que menciones lo de las cabras porque es de lo más espantoso que he leído, y eso que yo no soy un lector de morro fino... Pero eso de que sólo podemos mejorar no lo tengo tan claro, nuestro club puede romper cualquier previsión.
ResponderEliminarVoy a ser un poco mala..."¿conocen el capítulo noséqué de Rayuela?", ¡GAFAPASTA! ¡HIPSTER!
ResponderEliminarDespués de este libro ya podríamos dar el año por cerrado, tenemos a Koestler de naranja y a Thompson de limón
Bravo Bichejo, alguien tenía que decirlo :-P
EliminarEa! ¿Para qué está el club? Pues para que nos sigamos sorprendiendo. Solo en el club podía pasar que eligiéramos (propuesta por mí, es cierto) una novela negra y nos saliera rana. Estamos que lo tiramos.
ResponderEliminarYo espero que esta novela no tenga que ser limón. Ha sido mala, pero no tan terrible. Hay un par de idas de olla, pero si no es por las cabras random (qué bueno), hubiera pasado un poco mejor.
ResponderEliminarTú di que sí: hay que subir el nivel. La cita de Rayuela es de lo más oportuna.