En este día internacional del trabajo, qué mejor manera -en este país sin trabajo- de empezar a festejarlo que leyendo un libro sobre la crisis con los amigos del Club de lectores 2.0; un libro que sirve para entender algo y que va a las raíces del problema -no económicas, sino de cultura democrática- soltando bofetadas a diestro y, sobre todo, a siniestro.
El libro elegido para este mes es Algo va mal, del historiador Tony Judt, libro que ya reseñé en su día pero que no viene mal volver a visitar de vez en cuando, porque la crisis sigue con nosotros un año después de aquella primera lectura y, visto lo visto, no tiene ninguna intención de abandonarnos, que esto es una historia de amor de las buenas, hechas para durar; además, por si no fuera el tema lo suficientemente espeluznante, basta con abrir un periódico y ¡zas! no hemos aprendido nada entre otras cosas porque seguimos leyendo -como mucho- los panfletos de 30 páginas de señores que por muy adorables que fueran tenían noventa años... pero, como nos señala Judt, no hemos aprendido nada desde los 70 así que ¿qué se le va a pedir a esta, la generación más preparada -¿preparada para?- de la historia?
En Algo va mal Tony Judt le da tremendo varapalo a la izquierda europea que, al haberse alejado de la socialdemocracia que nos fue impuesta (estábamos nosotros como para elegir algo con lo mal que lo hacemos) tras la segunda guerra mundial, ha perdido sus verdaderos objetivos y en lugar de defender a la inmensa clase media que tanto costó crear (no olvidemos que Tony Judt es hoy por hoy el historiador de referencia en lo que se refiere a la segunda mitad del siglo XX, gracias a su obra Posguerra) sigue hablando como si nada hubiera cambiado desde 1917, pero como la realidad es tozuda y el estado del bienestar fue le pese a quien le pese, el discurso de esa izquierda que se autoproclama verdadera (que pretende girar una y otra vez más a la izquierda y denigra la meritocracia, pide hasta para el que no necesita,y culpa a los hados de todo) está completamente vacío de contenido, porque no han sabido reinventarse... Los verdaderos porque se lo están pasando pipa hablando de revoluciones y los otros, los socialdemócratas que nos trajeron prosperidad porque una vez conseguido el bienestar se convencieron de que ser responsables no era divertido y, tras la caída del muro, en lugar de ver el fracaso de los unos, quisieron ser verdaderos.
La buena noticia es que Judt deja una pequeña fisura desde la que se ve la esperanza, aún tiene arreglo, va mal (y eso que murió sin saber lo feo que podía ponerse) pero podemos recuperarnos si volvemos a la senda de la socialdemocracia que nos ha traído , a pedir responsabilidades a todos, a asumir que si no permitimos que los ricos disfruten de los logros sociales en sanidad y educación, por ejemplo, a ver por qué demonios van a estar dispuestos a financiarla, etc, etc.
Hay muchas cosas que Algo va mal no es, ojo, no es un libro objetivo ni lo pretende, es un libro escrito por un señor que sabía mucho de la posguerra (más que nadie, me atrevería a decir) y que llegó a la conclusión de que la socialdemocracia tenía mucho que ver con la prosperidad europea; no es un libro sesudo ni lo pretende, es un libro muy bien escrito para todo tipo de lectores (de los que vayan más allá de las 30 páginas, se entiende) que invita a la reflexión sin grandes dogmatismos, que señala hacia el pasado en un esfuerzo para aportar un granito de arena y corregir el futuro, si se deja.
Este mes va a ser entretenido en el Club de lectura y te animo más que nunca a que participes; como ya imaginas tengo información privilegiada y te avanzo que los lectores residentes (puedes leer aquí a Bichejo, aquí a Carmen y aquí a Desgraciaíto) tenemos cuatro posturas distintas -y encontradas- tanto en cuanto a las soluciones que Judt propone como en cuanto a las causas de que algo vaya mal, así que, como decía, va a ser de lo más interesante ¡Participa!
La buena noticia es que Judt deja una pequeña fisura desde la que se ve la esperanza, aún tiene arreglo, va mal (y eso que murió sin saber lo feo que podía ponerse) pero podemos recuperarnos si volvemos a la senda de la socialdemocracia que nos ha traído , a pedir responsabilidades a todos, a asumir que si no permitimos que los ricos disfruten de los logros sociales en sanidad y educación, por ejemplo, a ver por qué demonios van a estar dispuestos a financiarla, etc, etc.
Hay muchas cosas que Algo va mal no es, ojo, no es un libro objetivo ni lo pretende, es un libro escrito por un señor que sabía mucho de la posguerra (más que nadie, me atrevería a decir) y que llegó a la conclusión de que la socialdemocracia tenía mucho que ver con la prosperidad europea; no es un libro sesudo ni lo pretende, es un libro muy bien escrito para todo tipo de lectores (de los que vayan más allá de las 30 páginas, se entiende) que invita a la reflexión sin grandes dogmatismos, que señala hacia el pasado en un esfuerzo para aportar un granito de arena y corregir el futuro, si se deja.
Este mes va a ser entretenido en el Club de lectura y te animo más que nunca a que participes; como ya imaginas tengo información privilegiada y te avanzo que los lectores residentes (puedes leer aquí a Bichejo, aquí a Carmen y aquí a Desgraciaíto) tenemos cuatro posturas distintas -y encontradas- tanto en cuanto a las soluciones que Judt propone como en cuanto a las causas de que algo vaya mal, así que, como decía, va a ser de lo más interesante ¡Participa!
Es cierto que le da un repaso a la izquierda, como en casi todos sus libros, pero yo creo que este libro es de cara a la galería o a un público no muy enterado porque en su análisis general y en su defensa de la socialdemocracia mete algunas distorsiones que yo creo que son intencionadas. Puede que sea un tocho infumable para los lectores de Hessel, pero para los que hemos leído más cosas suyas me parece que ha bajado el nivel de rigor al que acostumbra.
ResponderEliminarLos lectores de Hessel llevan las intenciones ya decididas antes de leer cualquier libro... Yo me quedo con que invita a la reflexión, aunque a veces pega unos brochazos que no son propios. Creo que influye su estado de salud, porque se ve precipitado, y a veces redundante.
ResponderEliminarY no estoy segura de que estemos, en el CL, todos tan alejados: el sentido común une mucho.
Yo tengo pendiente este de Judt...asi que no voy a opinar sobre él, pero es indudable que Judt tiene dos méritos muy importantes: hace pensar siempre y escribe muy bien.
ResponderEliminarPues ya me has convencido, tengo que comprarlo... Mañana quizas :))
ResponderEliminarPues ya me has convencido, tengo que comprarlo... Mañana quizas :))
ResponderEliminarPues ya me has convencido, tengo que comprarlo... Mañana quizas :))
ResponderEliminarPues ya me has convencido, tengo que comprarlo... Mañana quizas :))
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ResponderEliminarQué convencimiento!
ResponderEliminarYa te digo
EliminarMin está megaconvencida, mola!! XDDD
ResponderEliminarSobre el libro: como no he leído lo que tiene toda la pinta de ser un panfleto (Bich prejuiciosa ataca de nuevo) no puedo compararlo con este de Judt. Pero tampoco he leído nada más de Judt, ergo, no tengo por ese lado nada con lo que compararlo.
A mí me ha gustado, y valoro mucho que el nivel sea tan asequible, porque puede así llegar a un público más amplio. Y espero que hagas un post este mes sobre la verdadera izquierda, que sé que es un tema que te mola.
Si no has leído nada más de Judt es porque no quieres... A ver, ¡tienes la balda a reventar y seguro que lo has perdido!
ResponderEliminarCarmen, no me da la vida...y lo tengo controlado pero ahora toca leer otras cosas...
ResponderEliminarLo he pedido hoy. El que tiene que ser un pasada es POSTGUERRA, pero empiezo con éste, que será el primero de Judt para mí y yo leo despacito.
ResponderEliminarEl estado del bienestar fue comstruido tanto por la socialdemocracia como por la democracia cristiana, si bien en cierto sentido, más o menos estricto en lo idelógico, estaría más cerca de ser una creación de la izquierda moderada que na exigencia moral derivada de la doctrina social de la Iglesia. En todo caso, lo que no es es una creación de la "verdadera izquierda", para quien todo lo que no fuera derrivar el capitalismo y/o entregar las llaves de la casa a la URSS era una traición al pueblo; en esto estuvieron hasta la caída del Muro.
ResponderEliminarEfectivamente es un panfleto, pero no en el mal sentido.